Alumni que cambian el mundo

Un grupo de Alumni de La Farga han querido ayudar en el conflicto actual

El conflicto entre Rusia y Ucrania es una realidad que estamos viviendo muy de cerca. Aunque son muchos los países alrededor del mundo donde hay enfrentamientos y dificultades, este se está desarrollando en Europa, nuestra casa.


Estas últimas semanas estamos viendo muchas obras de solidaridad; gente que no se queda indiferente y quiere ayudar, en la medida de lo posible. Entre ellos, un buen grupo de Alumni de La Farga.


Aunque posiblemente sean muchos más los que estén prestando su apoyo y colaborando, hemos podido contactar con cuatro antiguos alumnos que se han desplazado hasta la frontera de Polonia con Ucrania.


Para ellos, la decisión de irse hasta allí fue muy simple. Luis Argelich (43º promoción “Pic de l’Àliga) cuenta que “estábamos en un bar cuatro amigos tomando una cerveza, comentando el conflicto y uno dijo que él quería ayudar. Al día siguiente nos fuimos al consulado de Ucrania para saber si realmente podíamos ayudar o si seríamos un estorbo. Después de explicarles nuestra propuesta y al ver la manera en la que se emocionaron, no nos lo pensamos más.” Román Oliveró (36º promoción “Torreneules”) también lo tuvo claro: “Vi por televisión que había voluntarios que cogían su coche y se iban hasta ahí. Así que el jueves 17 de marzo decidí irme y el viernes 18 cogí mi coche y empecé el viaje.


Evidentemente, también ellos necesitaron recursos para poder emprender ese viaje y llegar a destino. Alex Vegueria (37º promoción “Pic de l’Àliga”) optó por hacer un llamamiento vía redes sociales. “Más de 850 personas se volcaron en el proyecto y recaudamos más de 9.000€”, nos cuenta.


Aunque vemos imágenes en televisión y en redes sociales, vivir las consecuencias de un conflicto en primera persona supone una gran conmoción. Pablo Barroso (11ª promoción “Tretzevents”) relata que lo que más le impactó fue “el miedo y la angustia que se percibe en la atmósfera, en ningún sitio hasta ahora había recibido estas sensaciones de horror. Ya de regreso a Barcelona, el silencio que había en las 7 furgonetas que volvíamos a casa era abismal”. Para Alex Vegueria fue “ver cómo familias enteras, sin sus hijos mayores y maridos, cruzan la frontera "con lo puesto"; personas que podríamos ser nosotros. También el ver a niños de 5 años cruzando solos la frontera, después de caminatas de entre 15 y 70km con temperaturas de hasta -10 grados”. En el caso de Luis Argelich, “lo que más me ha impactado es la fuerza de las madres. Era conmovedor ver cómo las mujeres, a pesar de notar en sus caras mucho cansancio y pena, aprovechaban cualquier ocasión para hacer reír a sus hijos”.


La pregunta final que nos hacemos todos ahora es, ¿cómo podemos ayudar? Ellos cuatro nos dan algunas ideas.

  • Román nos dice, después de hablar con gente que está luchando en el conflicto: “Donando medicinas específicas para el combate, tales como torniquetes, analgésicos y goteros
  • Luis también tiene una clara idea de cómo podemos ayudar : “Haciendo campañas de recogida o ofreciendo hogares, masías, casas de veraneo… para alojar a familias. Todo esto se puede manejar a través del consulado de Ucrania.”
  • Después de vivirlo en primera persona, Alex dice: “Lo que le falta a los refugiados, sobretodo a los niños, es sacarles una sonrisa y levantarles el ánimo cuando llegan a Polonia; la gran mayoría de ellos no entienden la situación, lo único que entienden es que están sufriendo”.
  • Pablo nos da una idea de cómo ayudar desde aquí: "Hay mil formas de cubrir las necesidades de las familias que se han desplazado hasta Barcelona y acompañar a los ucranianos en el estado de ánimo presencial. Hay que querer dar tiempo”.


Os dejamos algunas fotos que nos han enviado.