Entrevista al alumni Arnau Prats de la Promoción La Mola 1976-1988

Arnau, fuiste alumno de la promoción La Mola 1976-1988. Cuéntanos un poco tu época como alumno en el colegio. ¿Qué recuerdos tienes de La Farga de la época como alumno? 

 
¡¡Grandes y muy buenos recuerdos!!
Primero de todo quiero dar las gracias a mis padres por llevarme a La Farga.
Recuerdo con tensión y emoción el primer día que llegué. Me pareció un colegio enorme con muchos niños. Las aulas eran grandes, limpias y ordenadas. Recuerdo muy buenos profesores que nos exigían mucho porque querían lo mejor para nosotros. Sacaban lo máximo de cada uno. Recuerdo grandes compañeros y amigos que aún nos seguimos viendo.
 
Al acabar el colegio, ¿qué hiciste y cómo se ha desarrollado tu carrera profesional? ¿Qué valores demanda la sociedad actual a la hora de trabajar? ¿Crees que esos valores se transmiten en La Farga?
 
Inicié mi carrera profesional en el mundo de las ventas. Empecé trabajando en una empresa textil. Luego en una empresa de sistemas de sonorización y en la actualidad estoy en el sector de productos para la higiene profesional. Tengo mi propia empresa de representaciones y en paralelo estoy en un nuevo proyecto de una fábrica de extrusión de plástico reciclado en Girona.
Los valores en el trabajo son especialmente importantes para las empresas y la sociedad. El trabajo bien hecho, la responsabilidad, la honestidad, el respeto por los demás y la mejora constante son cualidades que me enseñaron en los años que estuve en La Farga.
 
¿Ha cambiado La Farga de tú época como estudiante respecto a La Farga actual? ¿Se ha mantenido firme en algún aspecto?
 
En lo fundamental no ha cambiado. Siguen firmes con la formación humana y cristiana de los alumnos y con el acompañamiento personal. Además, sigue siendo muy importante el acompañamiento formativo de las familias. Los alrededores del colegio y sus instalaciones han mejorado muchísimo. En cuanto a lo académico no tiene nada que ver con lo que nos enseñaban en nuestra época. Valoro mucho, a parte de la formación académica, la formación cristiana que nos transmitió el colegio y el ejemplo de compañeros y profesores.
 
 
Han pasado ya muchos años desde que acabaste La Farga como estudiante, ¿sigues en contacto con tus compañeros de promoción?
 
Gracias a Dios hice muchos amigos en La Farga. El buen ambiente y el entorno facilitaban hacer muchos amigos. Sigo en contacto con muchos de ellos e incluso uno de ellos fue el padrino de mi boda.
 
¿Cómo definirías la amistad entre dos fargueros?
 
Una amistad sana y para siempre. Aunque lleves años sin verte con alguno de ellos en seguida nos ponemos al día. Hay un algo especial que no sabría explicar pero creo que esto es debido a los valores compartidos.
 
¿Qué les dirías a unos padres que se están planteando la idea de traer sus hijos a La Farga?
 
Cuando tuve que elegir colegio para mis hijos, no tuve dudas de escoger La Farga. Estoy convencido que ha sido de las mejores decisiones de mi vida. A estos padres, sin duda los animaría y convencería para que llevaran a sus hijos a este gran colegio. Es la mejor inversión que pueden hacer por sus hijos. En La Farga no solo aprenden la excelencia académica, sino que se forman para ser buenas personas. Además, saldrán muy bien preparados para mejorar la sociedad y tendrán a sus profesores como referentes. Las amistades que se forjan en La Farga los acompañarán siempre. La Farga forma personas íntegras, ciudadanos solidarios y profesionales competentes.
 
Aprovecho para dar las gracias a todos los profesores que me han acompañado a lo largo de estos años.
¡Muchas gracias!

Noticia
Artículos relacionados