Un viaje de crecimiento para los alumnos de 2º de ESO

Unas convivencias en Torreciudad llenas de actividades que fortalecen la fe y preparan para el Sacramento de la Confirmación.

Los alumnos de 2º de ESO han disfrutado de unas convivencias de tres días, del 25 al 27 de septiembre, en el Poblado de Torreciudad. Han estado acompañados por sus tutores, profesores y Mn. XXX.


Han sido días muy enriquecedores y llenos de aprendizaje, no sólo por el conocimiento teórico, sino porque los alumnos han tenido la oportunidad de ponerlo en práctica. Además de las charlas enfocadas en la preparación por el Sacramento de la Confirmación y las catequesis impartidas, estos días han sido una ocasión para conocer a través de la convivencia. Han aprendido a cultivar virtudes y a vivir valores como la generosidad, la sobriedad y el respeto hacia los compañeros. 


Entre las diversas actividades realizadas, el segundo día subieron al Santuario, una hora de camino que se hace muy agradable bordeando la presa de El Grado. El buen ambiente es palpable en las caras sonrientes que van a encontrarse con la Virgen. Ya en el Santuario, todos recuerdan otros momentos que le han visitado: en los campamentos de Primaria con padres, en la imposición de la cruz, o en la reciente Jornada de las Familias. En la cripta se reza el Rosario por todas las familias y por las intenciones de cada uno y, los alumnos que quieren, aprovechan para confesarse en uno de los múltiples confesionarios. Por último, participan en la Santa misa en la nave principal y les muestran el video del retablo, con una imaginaria conversación que mantienen la Virgen y San Josemaría.


Por último, la actividad deportiva juega un papel fundamental en las convivencias. Participaron en un torneo en el que los grupos se enfrentaron en partidos de fútbol 7, futbito, baloncesto, y futvoley. También disfrutaron de un partido de alumnos contra profesores. También con el deporte han podido practicar la humildad, el trabajo en equipo, la deportividad, la competitividad bien entendida, además de reforzar los lazos de amistad.


En definitiva, han sido unas convivencias muy especiales para crecer en virtud, para conocer más a Dios y prepararse bien para recibir el Sacramento de la Confirmación.

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