1. FAVORECE EL PROCESO DE CRECIMIENTO FÍSICO Y MENTAL DEL NIÑO: La actividad física favorece el crecimiento gracias a la estimulación que se produce en el tejido óseo y muscular. Además, favorece el desarrollo de las capacidades como la coordinación, el equilibrio, la orientación espacial y el desarrollo del esquema corporal.
2. POTENCIA EL DESARROLLO DE HÁBITOS SALUDABLES: La actividad física ayuda a mantener una serie de hábitos que procuran luchar contra la obesidad, el sobrepeso y el sedentarismo. En este desarrollo se incluyen hábitos alimentarios saludables, hábitos de higiene y cura del propio cuerpo.
3. FAVORECE EL DESARROLLO DE HABILIDADES SOCIALES: El juego, la práctica deportiva y la actividad física son instrumentos ideales para que los niños desarrollen el proceso socializador y aprendan habilidades sociales positivas basadas en el respeto, el compañerismo, la implicación, el compromiso, la empatía, la tolerancia, la cooperación y el trabajo en equipo Además, resulta un escenario ideal para poder desarrollar la autoestima y la afirmación del yo.
4. FAVORECE EL RENDIMIENTO ACADÉMICO Y El APRENDIZAJE: Tal y como señala la NEUROCIENCIA, la práctica regular y moderada de actividad física permite conectar y estimular las neuronas y, por lo tanto, favorece el proceso de aprendizaje del niño y su capacidad de atención y concentración.
5. FUNDAMENTA UNA EDUCACIÓN EN VALORES: La actividad física y el deporte adecuado en la edad infantil permite que el niño y la niña empiecen a formarse a partir de valores éticos y morales como por ejemplo la solidaridad, el esfuerzo, el respeto, la resiliencia, la autonomía y la responsabilidad individual y social.
Ramon Hidalgo.
Coordinador del departamento de Educación física.
