Entrevista al alumni Jaume Vila

De la XIII promoción Besiberri.

Joan, acabaste La Farga como alumno hace 35 años con la promoción Besiberri. Tengo entendido que habéis celebrado este aniversario con una cena en el colegio ¿Qué tal el encuentro? 

Así es. La Farga tuvo la deferencia de proponernos organizar una cena para celebrar el aniversario que comentas, a la que, a pesar del tiempo trascurrido y la dificultad para contactar con el mayor número posible de compañeros de promoción, conseguimos asistir bastantes integrantes de la misma.
Si cualquier reencuentro con ex alumnos de La Farga es emotivo, puedes imaginarte el volcán de sentimientos que supone volver a saludar en las mismas instalaciones de Colegio y en breve tiempo, a compañeros, amigos y profesores entrañables de los que tan buenos recuerdos conservas. En mi opinión, es una costumbre que el Colegio debe mantener y potenciar si cabe, y que aconsejo a todo ex alumno que, a pesar de todas las dificultades que se te presenten ese día, no dejes de acudir pues vale la pena.
 

Tu mujer y tú elegisteis La Farga como colegio para vuestros hijos ¿Por qué? ¿No ha cambiado tanto la educación para elegir otro colegio?
Sin duda. Tanto mi mujer como yo lo tuvimos muy claro desde el primer momento. La Farga tendrá sus defectos como toda institución escolar, y los que también fuimos alumnos en su día seguro guardaremos algún pequeño mal recuerdo, pero cuando vas madurando y creciendo como persona, y especialmente cuando te planteas qué educación quieres para tus hijos, en nuestro caso tuvimos muy claro que La Farga sería la primera opción si las circunstancias personales y familiares nos los permitían.
Los motivos para la elección fueron muchos, pero especialmente por el trato familiar que existe en la escuela. En La Farga, ni a nuestros hijos ni a los padres se les te trata como a un cliente, aquí eres algo que va más allá, tanto en lo personal como en lo espiritual, y considero -con todo el respeto que me merece cualquier otra opción escolar- que en los Colegios en los que se imparte formación cristiana tenemos un plus que vale la pena aprovechar para nuestro hijos.
Desconozco si la educación ha cambiado tanto para escoger otro colegio, pero lo que sí te puedo contestar es que hablando con mi madre, o con los padres de otros alumnos del colegio que en nuestra época decidieron llevar a sus hijos a La Farga, todos te dicen que la base y los valores de la educación que en su día se plantearon para llevar a su hijos a La Farga, son coincidentes con los mismos que a día de hoy queremos mi mujer y yo para nuestros hijos.
Cierto es que los avances tecnológicos y los medios técnicos de los que se dispone en general para la formación intelectual y profesional de los alumnos y profesores ha avanzado mucho desde nuestra época de alumnos, pero considero que La Farga se ha adaptado convenientemente a los mismos, sin dejar de lado -como decía- la formación espiritual del alumno que al fin y al cabo entiendo fue el leitmotiv para la fundación de la escuela.
 
¿La Farga ha cambiado como colegio respecto a cuándo eras alumno? ¿qué valoras de La Farga?
Creo que ya he contestado un poco a esta pregunta en la anterior. Reitero que creo que ha cambiado y para bien en cuanto a los medios que se dispone para la formación integral del alumno. Mayores medios técnicos, mayor implicación personal del profesorado tanto con el alumno como con los padres, pero la esencia en la formación integral del alumno para mí sigue siendo la misma desde su fundación.
No obstante, dentro de la evolución lógica que se ha producido desde que finalicé mis estudios en La Farga, resaltaría especialmente que, junto a la formación cristiana como eje vertebrador de la educación, el Colegio ha sabido adaptarse perfectamente a los reiterados cambios en los planes de estudios, y, personalmente, he constatado que cuando tus hijos finalizan sus estudios en La Farga, si han puesto de su parte con su esfuerzo personal, están perfectamente cualificados y preparados para tomar cualquier camino profesional que se propongan.
Este proceso de formación del alumno se dice rápido en pocas palabras, pero cuando has pasado la experiencia como padre del colegio, constatas y valoras todo el trabajo y esfuerzo efectuado por el Colegio durante todos los años de estancia tus hijos en el mismo, te sientes muy agradecido y orgulloso de haber educado a tus hijos con el soporte recibido desde el Colegio.
La educación de los hijos no es fácil, y muchas veces, por muy buena intención que tengas y dedicación les prestes, te surgen problemas en su educación que no sabes cómo afrontar, a los que puedes dar solución si te sirves de los medios de acompañamiento de la escuela, ya sea en las tutorías, reuniones de padres, o en las conferencias y cursos de formación que se imparten a lo largo del curso escolar.
 
Sigues en contacto con compañeros de tu promoción? ¿Cómo es la amistad entre 2 fargueros?
¡Por supuesto! ¡Cómo no voy a mantener contacto con compañeros con los que compartimos una época tan entrañable de nuestra vida! Con los de mi promoción y con los de otras promociones. Me dicen que exagero cuando digo que para mí un compañero de promoción es lo más parecido al sentimiento hacía un hermano, ¡pero es que así lo siento!
Prueba de que no exagero es que los padres del Colegio que no son ex alumnos te dicen que perciben y admiran el afecto que nos profesamos los que hemos sido alumnos del Colegio. Y no me extraña, pues por mucho que pasen los años (y en nuestro caso ya son unos cuantos), cuando te reúnes con un farguero, no ves a tu compañero de clase como a una persona adulta, sino que sigues viendo al chaval con el que te pegabas, discutías y te hacías todas las perradas, pero a la salida de la escuela te ibas a la estación de los ferrocatas abrazado con él.
Entiendo que la vida te puede llevar por donde sea, que cada uno tienes sus familias y preocupaciones, pero al final mis compañeros fargueros son intocables, y creo que vale la pena hacer todo esfuerzo para mantener el contacto y hacer los planes que se presten para que nunca se pierda esta amistad. Esto es para mí la amistad entre fargueros, que creo es coincidente con lo que percibo de ellos conmigo, y que por muchos años que pasen sin vernos, cuando te reencuentras te das un abrazo como los que te darías con un hermano al que llevas tiempo sin ver.

Noticia
Artículos relacionados